Foto de Analia Ferrario en Unsplash Los muertos no nos dejan en paz. Los muertos forman parte de la vida diaria igual que los vivos. Ellos no hablan, no vocalizan, pero hacen ruidos, raspan, huelen a tabaco y a la ropa después de la lluvia. Ellos van y vienen. ¿A dónde van? ¿Por qué se van? Tendrán sus razones, igual que los vivos. Los muertos a veces nos despiertan con el silencio profundo. Te despiertas de repente y sabes perfectamente que no estás solo, lo ves tan normal y tan ordinario como cuando volvían del trabajo por las tardes. Son dos mundos que se interponen, dos realidades con sus reglas y energías, con sus pasados y memorias. Los muertos tienen sus colores y sus melodías, sus pensamientos y sus esfuerzos. Los más cercanos los notan, la gente que les conocía a profundidad. Igual que cuando andamos por la calle y vemos a nuestro familiar y le reconocemos...
Witchy Magic Circle by Marina Zrnic